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Pasar el dedo por encima de las heridas a medio cerrar,... por encima del olvido que no olvida...

Probar ese agridulce sabor del pasado, que es tan presente por ser recordado o vivido tal vez de alguna manera... Pasar el dedo por encima de las heridas a medio cerrar... por encima del olvido que no olvida... Por debajo, por la certeza del tiempo que fue escribiendo... que en la vida las cosas terminan, que todo tiene un final... El pasado no es nada más que una excusa que no nos deja avanzar, hay que mirar hacia adelante y ser fuertes. El tiempo a veces no lo aprovechamos lo suficiente, creo que se nos olvida que la vida solo es una, es como una oportunidad, una oportunidad de aprender, de sentir, de descubrir, de ser feliz. Debemos dejar que el río de sentimientos fluya sin miedos ni excusas.



Probar ese agridulce sabor del pasado, que es tan presente por ser recordado o vivido tal vez de alguna manera.

 Pasar el dedo por encima de las heridas a medio cerrar por encima del olvido que no olvida... 

 Por debajo, por la certeza del tiempo que fue escribiendo... que en la vida las cosas terminan, que todo tiene un final...

 El pasado no es nada más que una excusa que no nos deja avanzar, hay que mirar hacia adelante y ser fuertes. 

 El tiempo a veces no lo aprovechamos lo suficiente, creo que se nos olvida que la vida solo es una, es como una oportunidad, una oportunidad de aprender, de sentir, de descubrir, de ser feliz. 

 Debemos dejar que el río de sentimientos fluya sin miedos ni excusas..

16 comentarios:

  1. Todos de alguna forma u otra sufrimos en la vida, nos guste o no.
    Cuando aparece el dolor, cuando llega el sufrimiento del pasado por pequeño o grande que sea, es necesario aceptarlo con paz.
    Decimos que el mejor maestro es el dolor...
    Es que nos hace más sensibles y comprensivos ante el dolor ajeno, quien ha sufrido, siempre sabrá escuchar, comprender, disculpar.
    El pasado y el dolor nos madura, humaniza, nos hace humildes, nos hace capaz de pedir ayuda y dar consuelo.
    Dicen que los ojos que han llorado ven mejor, y es cierto, las lágrimas limpian el alma y no le impiden la entrada a Dios en nuestro corazón.
    Al dolor debemos tomarlo como una parte de la vida y aprender que es una forma de irnos madurando, nos hace crecer espiritualmente si sabemos sacarle provecho.
    Cuando en nuestra vida todo es plenitud, salud, viajes, etc., no se elevan los ojos al cielo, todo al suelo, a lo terrenal.
    Pero cuando se sufre de soledad, enfermedad, tristeza, vacío del alma,y se nos viene el pasado, aprendemos a elevar los ojos hacia Dios, nuestro padre.
    La alegría fabricada es mala, es como una copa de alcohol que embriaga y hace olvidar por un rato la realidad en que vivimos.
    Es necesario aceptar la realidad aunque sea dolorosa, esto siempre será mejor, el dolor nos enseña a amar, a perdonar, a ser humildes, el dolor es parte de la vida y es el mejor método para madurar.
    Bello amiga...

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  2. gracias por tus posts Marylin, son muy motivadores, te admiro

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  3. Muchas veces: "...se nos olvida que la vida solo es una..."

    Saludos!
    Juan.

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  4. Yo creo que cuanto más te empeñes en olvidar más vas a recordar. Aceptar el pasado no significa vivir en él. Es una dimensión del tiempo más.
    Una entrada muy reflexiva.
    Un abrazo,Marilyn.

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  5. “Sentirse enteramente feliz en el momento presente es algo que ningún hombre ha conseguido aún, a no ser completamente ebrio”, escribió el filósofo alemán Arthur Schopenhauer.
    Tendemos a la nostalgia, a evocar, a recordar lo ido, y a los que nos gusta escribir, el recuerdo se nos posa como un pajaro en los hombros.
    Solo somos dueño del instante pero se creemos que tenemos la eternidad asegurada.
    Besos

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  6. Absolutamente hermoso, al igual que el vídeo que pusiste en la introducción del blog me ha E N C A N T A D O!!

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  7. Marilyn, has hecho una entrada preciosa y te felicito por ella.
    Dios nos creo para que fuésemos felices, esa es la gloria de Dios, que el hombre sea feliz a pesar de los contratiempos de esta vida.
    El dolor, nos hace más fuertes y aprendemos a sufrir y a amar de nuestras experiencias.
    Los recuerdos son parte de nuestra vida y sean buenos a menos buenos , son nuestros, lo que debemos de saber hacer es vivir el presente felizmente y ver el pasado, dando gracias por lo bueno que nos dejó, lo que no se puede hacer es olvidarlos, quitarlos de nuestra vida, porque gracias a ese pasado tenemos el presente y tras ese presente habremos proyectado nuestro futuro.
    Mira...yo ya no tengo familia, todos están con Dios, pero sus enseñanzas me han servido para ser la mujer que hoy soy.
    Con ternura
    Sor.Cecilia

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  8. hermosa entrada, amiga, como es habitual, el paso por tu casa se disfruta plenamente.

    un beso!

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